La espada encerrada

El periodista Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) publicó el libro titulado: “La Cuarta Espada”, que se trata de un trabajo de investigación con respecto al líder del grupo subversivo Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.

El texto es de suma importancia, ya que la guerra entre el movimiento terrorista Sendero Luminoso y el estado peruano de los años ochentas y noventas tuvieron a casi 70,000 muertos y desaparecidos. El autor nos narra las relaciones entre los terroristas, los comienzos de Abimael Guzmán a través de historias recolectadas por sus familiares y conocidos. Además, éste trabajo sería la primera vez que se describen de forma pública las relaciones humanas dentro de la cúpula terrorista, con informaciones proporcionada por sus mismos protagonistas.

Abimael Guzmán es un personaje que se sabe poco o casi nada de él. Ya que no hay ninguna biografía de él circulando en el Perú, y encima los que lo conocían prefieren que no se le relacione con su figura. Luego de su captura, ha pasado la vida rodeado de pocas personas. Los senderistas y policías niegan y tienen prohibido hacer declaraciones públicas con respecto. Es por ello que se debe destacar el trabajo realizado por el autor.

Sendero Luminoso, causó miles de muertos en el país. Y todo siendo dirigido por Abimael Guzmán que, si bien no participa, fue quien propuso las ideologías del grupo subversivo. Por ello, desde el día de su captura en 1992, se encuentra en la cárcel que se ubica en el Centro de Base Naval del Callao.

La cárcel que encierra a Abimael Guzmán fue construida especialmente para él y es la más segura del mundo. Para fugarse, se tendría que atravesar paredes de 40cm de espesor hecha de concreto. Enfrentaría siete puertas metálicas y un muro de ocho metros de alto, con alambres de púa y vigilado desde varias torres. El perímetro exterior está resguardado por un campo minado. Y si consiguiese atravesarlo aún le quedarían 200 metros de pantano hasta el mar. Si avanzase en dirección contraria se encontraría en plena base naval del Callao. A sus ochenta años y con problemas de presión arterial, es poco probable que lo intente. Guzmán, solamente recibe visitas de la cruz roja y su abogado.

Parece que el resto de su vida se quedará así. Pero qué mejor, Abimael Guzmán será recordado en la historia, en el recuerdo y hasta en un libro.